La Neumonía, ¿Qué es?
La neumonía, también conocida como pulmonía, es una infección de los
pulmones. Como consecuencia de la enfermedad, se produce congestión con
líquidos y células inflamatorias de los tejidos dañados en respuesta a
una agresión, provocando en ocasiones dificultad para respirar o a veces
también dolor. La neumonía es la primera causa de muerte en niños
menores de cinco años en el mundo.
La neumonía es una infección de los pulmones
Puede ser causada por distintos gérmenes como bacterias, virus y hongos. Se estima que el neumococo
causa, aproximadamente, el 60% de las neumonías adquiridas en la
comunidad en la población adulta y el 25% en los niños. La enfermedad es
más frecuente en invierno.
El tratamiento puede ser largo y costoso, y puede requerir
hospitalización por períodos mayores a una semana. Una de las más graves
de todas ellas es la neumonía por neumococo debido a la agresividad del patógeno y a la posibilidad de resistencia al tratamiento.
¿Quiénes pueden padecer neumonía por neumococo?
Cualquier persona, pero principalmente los niños pequeños, los bebés
y los mayores de 65 años son los más afectados por este tipo de
neumonía. Hasta el 30% de los adultos sanos son portadores de neumococo
sin que produzca efectos nocivos. La infección puede comenzar de forma
espontánea sin que existan condiciones predisponentes. La neumonía
neumocóccica puede ser grave y puede poner en peligro la vida; pero,
además, la bacteria puede invadir el torrente sanguíneo
(bacteriemia-sepsis) y llegar al sistema nervioso central donde puede
causar meningitis. En algunos casos, la neumonía neumocóccica
también puede aparecer como complicación de otra enfermedad, como un
cuadro gripal o resfrío. Por ello es muy importante estar pendiente de
la evolución del niño. Si entre los síntomas persiste la fiebre elevada
con tos, aún después del primer tratamiento médico, ES FUNDAMENTAL acudir de nuevo al pediatra.
El diagnóstico se realiza a través del cuadro clínico, la
radiografía de tórax y cultivos de laboratorio que permiten conocer cuál
es el germen que causa la enfermedad y la sensibilidad a los
antibióticos comunes. Se pueden obtener cultivos de sangre
(hemocultivos), de expectoración (esputo o secreciones respiratorias),
líquido pleural si la neumonía se asocia a derrame.
- Fiebre elevada
- Dificultad para respirar, respiración rápida y superficial
- Dolor en el pecho o espalda
- Tos con flema amarillo-verdosas o a veces tos seca
- Escalofríos
- Sudoración
- Cansancio extremo
La fiebre elevada puede ser uno de los indicadores de este padecimiento
¿Cuál es el pronóstico y las posibles complicaciones de la neumonía?
La neumonía neumocóccia puede poner en peligro la
vida, especialmente, si la infección llega a la sangrce, hecho que ocurre
en un tercio de los casos, o al sistema nervioso produciendo
meningitis. La mortalidad se sitúa entre el 5% y el 15% en los países
desarrollados, siendo mayor en los contextos sociales de bajos recursos.
Si la neumonía se complica con meningitis neumocóccica, la mortalidad
supera el 40% o puede dejar secuelas permanentes.
¿Cuál es el tratamiento de la neumonía?
La neumonía, como las enfermedades neumocóccicas,
se trata con antibióticos. No es adecuada la automedicación ya que esto
genera que la enfermedad se presente de forma no habitual retrasando el
diagnóstico y mayor resistencia a los antibióticos. Recuerde que la
vacunación es la mejor forma de prevenir las enfermedades invasivas por
neumococo.
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